por John McClure
(Imprenta & Casa de Publicaciones Ala Blanca, Cleveland, TN, 1985, págs. 8, 9, 12)
“La madurez espiritual no llega instantáneamente en la conversión. La salvación es una experiencia instantánea en la que somos perdonados de los pecados pasados y somos regenerados en una nueva vida en Cristo. La santificación es la segunda obra definida de la gracia, una obra instantánea obrada en el corazón regenerado por el Espíritu Santo con la sangre de Cristo. El bautismo con el Espíritu Santo es también una obra definida e instantánea que siempre va acompañada de la evidencia de hablar en otras lenguas como el Espíritu le da que hable. Sin embargo, la madurez espiritual no llega instantáneamente con ninguna de estas experiencias. El crecimiento espiritual es PROGRESIVO.
“El nuevo cristiano es un bebé recién nacido en Cristo que debe crecer y desarrollarse como debe crecer un bebé natural. No se espera que el recién nacido funcione como un niño mayor o un adulto. El desarrollo incluye aprender a mantener la cabeza erguida, sentarse, gatear, pararse y finalmente caminar. La inteligencia del niño se desarrolla con la ayuda de los padres y maestros, y él o ella crece social y emocionalmente a través de la experiencia y la orientación.
“El bebé en Cristo también necesita orientación para desarrollarse y madurar adecuadamente. Dios ha provisto esto no solo a través de Su Espíritu sino también a través del ministerio en la Iglesia. ‘Y él mismo dió unos, ciertamente apóstoles; y otros, profetas; y otros, evangelistas; y otros, pastores y doctores’ (Ef. 4:11). Ellos están para la ‘perfección de los santos’ y para la ‘edificación del cuerpo de Cristo’. La PERFECCIÓN es plenitud, plena madurez, llegar a ‘la medida de la edad de la plenitud de Cristo’. La alimentación y la orientación se da a través del ministerio para que ‘crezcamos en todas cosas en aquel que es la cabeza, a saber, Cristo’.
“Un bebé saludable tiene un gran apetito y un cristiano con salud espiritual tiene apetito por la Palabra de Dios. El recién nacido en Cristo necesita una dieta regular de ‘leche’ de la Palabra que incluyen los principios básicos de salvación y vida cristiana…Usted debe ser tan persistente en proporcionar alimento para el hombre espiritual como lo hace para el hombre natural…
“Un organismo vivo, ya sea planta o animal no puede estar dormido o inactivo. O está creciendo y floreciendo o se está marchitando y decayendo. Así es con nuestra vida espiritual. Si no está creciendo y madurando, usted se está deteriorando y eventualmente morirá espiritualmente. Un ser vivo necesita cuidados y alimento. Sus almas eternas que han sido regeneradas a una nueva vida en Cristo también necesitan alimento para crecer hacia la madurez y plena productividad…
“La PERFECCIÓN es…ser llenos ‘de la plenitud de Cristo.’ Es estar ‘entero, no querer nada.’ …Es una gran aspiración, y no podemos entender completamente lo que implica toda ‘la medida de la edad de la plenitud de Cristo’ hasta que lo hayamos alcanzado”. [Énfasis añadido]