Ha concurrido usted al IEB? Yo sí, y he disfrutado cada minuto del mismo. A medida que reflejo sobre mis experiencias en el IEB, hay una clase en particular que sobresale. Fue la de los Auxiliares en el Segundo Curso. Mientras me sentaba en esa clase, me regocijaba en la exposición de las gloriosas verdades bíblicas por un maestro ungido por el Espíritu Santo. Fue algo maravilloso!
El diccionario en español define la terminología auxiliar como: “Conferir ayuda, asistir, auxiliar, ayuda de suplemento, etc. La Biblia denomina el término auxiliares como “ayudas y gobernaciones”. Leamos lo que nos dice Pable en 1 Corintios 12:28: “Y a unos puso Dios en la iglesia, primeramente apóstoles, luego profetas, lo tercero doctores; luego facultades; luego dones de sanidades, ayudas, gobernaciones, géneros de lenguas”. Dios coloco los auxiliares en la Iglesia para ayudarla a cumplir con la gran comisión-que en Su voluntad.
En el año 1928, tiempo para el cual A. J. Tomilson lanzo el Gran Programa de Negocios el le dijo a la Asamblea General: “Deseo ofrecer algunas sugerencias para vuestra consideración acerca del tema de Ayudas y Gobernaciones. En las minutas de la 21ra Asamblea Anual aparece una lista de los auxiliares que fueron considerados como ayudas importantes para la Iglesia, pero que no son parte especial de ella-en otras palabras, la iglesia podría operar sin ellos. Sin embargo, al presentar atención adicional, hemos concluido que algunos son indispensables, aun cuando no sean parte de la Iglesia. Estos son reconocidos como ayudas únicamente...” (Mensajes Anuales Históricos, Vol. II Pág. 32 en ingles solamente). Note la palabra “indispensable” en el mensaje de A. J. Tomilson.
Los auxiliares fueron apuestos en la Iglesia para “ayudarla” a cumplir la Gran Comisión; para proveer trabajo y entrenamiento a los miembros, y para satisfacer las necesidades internas. A fin de que los auxiliares sean una ayuda, deberán ser operados según la manera en que fueron revelados a nuestro Supervisor General A. J. Tomilson y aprobados por la Asamblea General. Si no son operados de tal manera, la obra será impedida y las necesidades para las cuales Dios ha dado los auxiliares no serán suplidas. Los substitutos a los auxiliares no podrán tener éxito. Nada podrá tomar el lugar ni hacer el trabajo de los auxiliares tiene el propósito de realizar.
Seria muy difícil para nosotros entrenar a nuestros jóvenes, establecerlos en la Iglesia, levantar fondos para la impresión de literatura si no tuviéramos la Banda de Lideres Victoriosos.
¿Cómo podríamos “preservar nuestras ovejas”, animar a los miembros deprimidos y restaurar los descarriados si el auxiliar del Movimiento de la Banda de la Asamblea no estuviera en operación?
Que respecto al asunto de “hacer ver a todo hombre la confraternidad del ministerio”, que nos mantiene la mente fresca respecto a quienes somos y que nuestra meta es llegar a la perfección? Que respecto a si el auxiliar de la AMIP no estuviera operando de la manera en que Dios lo desea?
Que respecto a la Escuela Dominical, la Banda Misionera Femenil? Y no olvidemos el Instituto de Entrenamiento Bíblico, aunque no se considera como uno de los cinco auxiliares regulares. Ciertamente que los auxiliares son indispensables. Sin ellos, la Iglesia sé venia impedida de la misma manera en que una persona sin manos ni pies lo estaría.
“...Y estas ayudas y gobernaciones han sido puestas en la Iglesia con el propósito de promover sus intereses cuando están en operación. Si no son operados son letras muertas. No es esto cierto? A sí que, siendo que estas ayudas han sido puestas en la Iglesia de la misma manera en que lo han sido los apóstoles, profetas, maestros, evangelistas, pastores, etc., por que no emprender la tarea de obtener algunos beneficios de ellos? Acaso no necesitamos hacer uso de todos los medios a la disposición que Dios nos ha provisto y ponerlos en operación para que podamos ejecutar y cumplir con Su programa y recibir los resultados mas prósperos? Nuestros registros dan testimonio de estos resultados y del progreso que la Iglesia ha tenido durante los años debido a la operación de los auxiliares.
El Proceso Teocrático en la Obra de los Auxiliares
Existe un “proceso teocrático” dentro de la obra de los auxiliares que deseo que todos entiendan. Es concerniente al papel y relaciones que deben existir entre los Coordinadores Generales, Coordinadores de Estado/Nacionales y Directores Locales.
El Coordinador General de cada auxiliar es la figura clave de ese auxiliar, quien esta encargado de la supervisión total de su obra. Usted podría llamarle persona que echa en ancla (fondeadero). Dios es quien dirige la total operación de la obra del auxiliar en la Iglesia mundial a través del Coordinador Genera. Tal dirección e inspiración estará en unidad con la Iglesia y en conformidad con el propósito del auxiliar.
Cada Coordinador de Auxiliar al nivel de Estado/Nacional, Regional y Territorial tiene que estar sometido a los Coordinadores Generales, seguir su liderato a medida que son guiados por el Espíritu Santo. Deberán promover y poner en ejecución el programa del Coordinador General dentro de sus respectivos estados, naciones, regiones, etc. Dios dirige la obra del auxiliar a través del Coordinador de Estado. Esta dirección e inspiración debe estar en unidad con la Iglesia y en conformidad (armonía) con el propósito del auxiliar. No puede estar en conflicto con el programa del Coordinador General.
Cada Director Local de Auxiliares de un estado, nación o territorio debe someterse a la dirección del Coordinador de Estado/Nacional, etc. Y poner en práctica su programa que ha de ser promovido en su área de jurisdicción siguiendo la dirección del Espíritu Santo. Ellos tienen que promover el programa que el Coordinador General les manda que pongan en operación en su nivel respectivo. Dios dirige el auxiliar local a través del Director local. Esa dirección e inspiración estará en armonía con la Iglesia según el propósito del auxiliar. Por supuesto que no puede estar en conflicto con el programa del Coordinador General ni con la dirección dada al Coordinador de Estado/Nacional por el Espíritu Santo.
Si cada Coordinador General, de estado, nacional, etc., sigue la dirección del Espíritu Santo, con cada coordinador y director sometiéndose a sus superiores en el Señor, habrá unidad y armonía, y le Iglesia será edificada.
Así que, procuremos una visión y capturemos el Espíritu e inspiración de los auxiliares en La Iglesia de Dios.