EL CUERPO DE CRISTO

Estudios de La Iglesia de Dios

El Pacto de Membresia

"He aquí que vienen días, dice Jehová, en los cuales haré nuevo pacto con la casa de Israel y con la casa de Judá: No como el pacto que hice con sus padres el día que tomé su mano para sacarlos de la tierra de Egipto; porque ellos invalidaron mi pacto, bien que fui yo un marido para ellos dice Jehová. Mas este es el pacto que haré con la casa de Israel después de aquellos días, dice Jehová: Daré mi ley en sus entrañas, y las escribiréla en sus corazónes; y seré yo á ellos por Dios y ellos me serán por pueblo.” (Jeremías 31:31-33).
“Ahora pues, si diereis oído a mi voz; y guardares mi pacto, vosotros seréis mi especial tesoro sobre todos los pueblos; porque mía es toda la tierra.” Éxodo 19:5

¿Qué es un Pacto?

El Diccionario de La Real Academia Española dice: Pacto, Concierto o tratado entre dos o más partes que se comprometen a cumplir lo estipulado

La Biblia registra 202 versículos donde la palabra “pacto” aparece o se utiliza. No cabe duda que a Dios siempre le ha gustado entenderse con el hombre a través de pactos (convenios).

El pacto de membresía está inseparablemente ligado a la creencia de que un individuo no nace dentro de la Iglesia. Ellos se levantan Y caen juntos en la verdad o en el error. La veracidad de estas creencias es y debe estar fundada sobre la Biblia y no sobre los sistemas ficticios del hombre.

La idea de que la verdadera Iglesia es una Iglesia invisible, es una idea que con su terminología es completamente extraña a la Palabra de Dios. El concepto de una Iglesia invisible no puede ser encontrado en la Biblia. La Iglesia del Nuevo Testamento "fue la confraternidad universal de creyentes, quienes se congregaban visiblemente en las (iglesias) congregaciones locales". No existe declaración bíblica que proclame que un individuo nace dentro de la Iglesia.

Entre más se trate de acomodar la Biblia para representar ese punto de vista, caería en la falsa interpretación del concepto figurativo de lo que Pablo llamó el "cuerpo de Cristo". Cuando la Palabra de Dios habla de la Iglesia como el cuerpo de Cristo, ésta establece una comparación figurativa. Para entender ese concepto correctamente, el aspecto figurativo del significado de el "cuerpo de Cristo" no debe ser interpretado de manera que vaya a tomar el lugar de la Iglesia literal. Para clarificar, Pablo usó el nombre e idea figurativa de el "cuerpo de Cristo" para enseñar un aspecto particular de la Iglesia-el "cuerpo de Cristo" es una metáfora que ilustra la relación de la Iglesia con la Cabeza y la relación de los miembros particulares los unos con los otros.

Pablo, al usar el término "cuerpo de Cristo", solamente estaba enfatizando la Iglesia como un organismo vivo. Él quería acentuar que la Iglesia no era otra organización más que dependiera exclusivamente sobre la ingeniosidad o habilidad del hombre para su existencia. La Iglesia tiene vida en Cristo y el nuevo nacimiento es el medio a través del cual esa vida comienza. Ese hecho es bíblicamente consistente; no obstante, el impulsar el aspecto figurativo del "cuerpo de Cristo" demasiado es hacer una injusticia a las Escrituras. El manifestar que uno nace dentro del cuerpo de Cristo no tiene sentido. Eso es lo mismo que decir que una persona nace dentro de un aspecto particular de la Iglesia. Esto es como colocar el carruaje al frente del caballo en lugar de atrás. El "cuerpo de Cristo" es una comparación figurativa la cual ilustra un aspecto particular de la Iglesia.

El término el "cuerpo de Cristo" no es "una definición completa de la Iglesia del Nuevo Testamento". No deberá hacerse más énfasis sobre el aspecto figurativo del cuerpo de Cristo que sobre cualquier otra de las ochenta a cien "imágenes que se refieren a la Iglesia", usadas en el Nuevo Testamento. Hay una Iglesia con muchas facetas, pero ninguna de esas facetas define o explica la Iglesia a plenitud.

Como se dijo previamente, no hay base bíblica que compruebe el que la verdadera Iglesia sea una Iglesia invisible. Por el contrario, hay considerable evidencia de que la Iglesia del Nuevo Testamento era una Iglesia visible. A. J. Tomlinson declaró al respecto:

"Si las personas nacen dentro de la Iglesia, entonces Judas estaba equivocado cuando dijo que algunos hombres 'han entrado encubiertamente', de quienes él dijo que eran hombres impíos (Judas 4), y Pablo cuando declaró 'de los falsos hermanos, que se ENTRABAN secretamente.' (Gálatas 2:4) Si las personas nacieran dentro de la Iglesia, entonces Pablo de seguro que estaba equivocado otra vez, en la ocasión en que dio ordenanzas a la iglesia de Corinto para que se congregaran en uno a fin de excluir de entre ellos al miembro que cometió un horrible pecado. (1 Corintios 5:4, 13) Si los individuos nacieran dentro de la Iglesia, entonces tendrían que ser devueltos al vientre de donde salieron a fin de poder salir de ella, lo cual es imposible en el sentido natural tal enseñanza es errónea inconsistente y contraria a la enseñanza de las Escrituras".

De hecho, cada referencia en el Nuevo Testamento concerniente a la Iglesia, es una referencia directa o indirecta de una Iglesia visible. El hombre, a través de sistemas míticos, ha inventado el concepto de una iglesia invisible consistiendo de todos los creyentes nacidos de nuevo para explicar el caos o confusión patética de un cristianismo desunido.

El término "iglesia invisible" no fue ni siquiera forjado hasta unos mil quinientos años después de Cristo establecer la Iglesia. Si el Apóstol Pablo pudiera presenciar la estructura denominacional cristiana de hoy, el gran predicador de la "unidad" (Efesios 4:4-6), protestaría vigorosamente sin duda alguna. La Iglesia del Nuevo Testamento era una Iglesia visible, de cuya unidad interna y externa predicó Pablo con gran osadía.

Aunque no hay referencia bíblica de una Iglesia invisible compuesta de todos los creyentes, hay ejemplos de pasajes bíblicos que comprueban respecto a la existencia de un reino invisible de Dios. Lucas registró las palabras de Jesús de esta manera:

"Ni dirán: Helo aquí, o helo allí: porque he aquí el reino de Dios entre vosotros está." Y dijo a sus discípulos: Tiempo vendrá, cuando desearéis ver uno de los días del Hijo del hombre, y no lo veréis". (Lucas 17:21, 22)

El entendimiento correcto de la Iglesia visible y del reino invisible aparentemente no solo es difícil de captar en el mundo cristiano de hoy: sino que fue Igualmente difícil para los primeros discípulos de Cristo el comprender esto. Jesús le dijo a aquellos primeros discípulos: "A vosotros es dado saber el misterio del reino de Dios... ". (Marcos 4:11) Ellos, de entre todas las gentes, tenían que entender a plenitud que el reino iba a ser invisible para esta presente época. Como lo fue el caso de la mayoría de los judíos, estaban buscando un reino visible. Tuvieron congregación visible y organizada. Para ellos esto era un misterio. No fue hasta el día de Pentecostés Y del derramamiento del Espíritu Santo, para cuando unas tres mil almas fueron agregadas a la Iglesia, que su sabiduría y revelación de la Iglesia vino a ser completa.

Ellos ya habían experimentado la revelación de Cristo y Su Iglesia, pero ésta era una revelación que necesitaba crecer en entendimiento. Pablo dijo al respecto:

"Descubriéndonos el misterio de su voluntad, según su beneplácito, que se había propuesto en sí mismo, ... para que seamos para alabanza de su gloria, nosotros que antes esperamos en Cristo. . .. Que el Dios del Señor nuestro Jesucristo, el Padre de gloria, os dé espíritu de sabiduría y de revelación para su conocimiento". (Efesios 1:9, 12, 17)

Pablo en esencia está orando para que el conocimiento de Jesucristo aumentara en los Efesios por medio de la sabiduría y la revelación concerniente al misterio de una Iglesia para todos. Así como Pablo oró en una ocasión más tarde por la congregación local de Éfeso, lo mismo tenía que ser experimentado por los discípulos de la iglesia primitiva.

No hay duda concerniente a su revelación inicial, pero ésta era una revelación que necesitaba ser perfeccionada. Esta era una revelación que necesitaba crecer hasta la plena madurez.

Ellos experimentaron una revelación del "misterio". La terminología "misterio" del Nuevo Testamento trata exclusivamente con el invisible reino de Dios y la Iglesia de Dios visible. El entender que el reino es invisible y la verdadera Iglesia es visible, eso es entender el misterio. Este es un entendimiento que solamente puede venir por medio de la "sabiduría y de revelación para su conocimiento". (Efesios 1:17) Este es un entendimiento para esta presente época. El Nuevo Testamento habla únicamente de un reino invisible y de sólo una Iglesia visible para todos. Cualquier otra cosa construida por el hombre, es un intento de explicar lo que no es comprendido de otra manera acerca del misterio. Como se dijo previamente, el pacto de membresía está inseparablemente vinculado a la verdad de un reino invisible y a una Iglesia visible. La Iglesia de Dios ha entendido siempre estas declaraciones concernientes a la verdad. El Nuevo Testamento apoya ampliamente el hecho de que la

Iglesia del primer siglo aceptó una Iglesia visible para todos. La Iglesia de Dios de este siglo acepta además la misma verdad.

A. J. Tomlinson sabía que se estaba uniendo a una Iglesia visible en el 1903. El declaró: "somos recibidos en la Iglesia por medio del pacto que hacemos los unos con los otros para obedecer las leyes de Cristo". R. G. Spurling, predicando en la Asamblea General en 1913, declaró: " La gente comete una gran equivocación al pensar que están entrando a la Iglesia cuando son salvos, cuando es al reino donde están entrando". La siguiente pregunta fue formulada ante la 8va Asamblea General Anual: "¿Quiénes son miembros de la Iglesia?" Explique que las personas "no vienen a ser miembros simplemente por la razón de ser salvos, santificados y bautizados con el Espíritu Santo". La respuesta dada la Asamblea hasta que acepten el pacto de Dios, el gobierno de Jesús, y sean recibidos dentro de la confraternidad del pacto". F. J. Lee, predicando sobre el tema: "La Iglesia de Dios Literal o Tangible en Oposición a la Iglesia Espiritual o Imaginaria", convenció firmemente a toda la 9na Asamblea Anual "de que la Iglesia no era un asunto imaginario, sino real, literal y tangible". Los registros oficiales afirmaban continuamente el hecho de que la Iglesia de Dios siempre ha sostenido con firmeza la creencia de que para esta presente época, hay un reino de Dios invisible el cual consiste de todos los creyentes, y de una Iglesia visible llamada de entre tales creyentes para un propósito y tarea específica.

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Referencia Parte I a "HISTORIA Y GOBIERNO" Revisado 1985. Derechos de autor 1977 Por La Casa De Publicaciones E Imprenta Ala Blanca Cleveland, Tenesí, E.U.A.

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